Red comercial

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¿Qué es para ti la ciudad?

La ciudad es mi medio natural de vida, es donde me siento cómoda, donde estoy a gusto.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan las ciudades?

Un reto al que ya se están enfrentando las ciudades es el reto de la movilidad. No tanto por su condición de infraestructura, sino justamente por el espacio y el protagonismo que debe ceder a la vida urbana y a otras actividades que pueden suceder en el espacio público. La industria ya está respondiendo con nuevas soluciones de movilidad urbana: más ligeras, silenciosas y sostenibles.

Por otro lado, un reto más a futuro creo que puede ser el de cómo incorporar la tecnología y la inteligencia artificial a la ciudad, a nuestro espacio urbano. Me gustaría que esta incorporación se hiciera desde una visión humanista, que incorpora el diseño desde el principio.

¿Crees que es necesario adoptar una visión más ecosistémica del espacio urbano?

Sí creo que es necesaria esta visión, y la explicaría como una alegoría de la piel del cuerpo humano. Los científicos tardaron tiempo en descubrir que la piel era, de hecho, el órgano más grande del cuerpo humano, encargado de gestionar la interacción que hay entre nuestro cuerpo y el ambiente exterior. Por tanto, creo que debemos ver el espacio urbano de esa forma ecosistémica, en el sentido de que toda la piel de la ciudad, tanto las calles como las fachadas, como las cubiertas… todo lo que está en contacto con la vida urbana conforma la piel de interacción, y creo que merece todo nuestro diseño, cariño y atención.

En Cierto Estudio para proyectar la ciudad del futuro nos hemos fijado en algo tan sencillo como en la vida cotidiana de las personas. Es algo que de manera natural ha sido el objeto de nuestros ojos y de nuestra mirada.

Ejes verdes
Ejes verdes

Ejes verdes

Barcelona, España

¿Qué aspectos crees que deberíamos tener en cuenta para proyectar la ciudad del futuro?

En Cierto Estudio para proyectar la ciudad del futuro nos hemos fijado en algo tan sencillo como en la vida cotidiana de las personas. Es algo que de manera natural ha sido el objeto de nuestros ojos y de nuestra mirada. Caminar por el centro, situar a las personas en el centro de la calle. En el estudio también hablamos de cómo “domesticar” el espacio público. Convirtámoslo en algo mucho más cercano, que responda a una escala mucho más humana, mucho más doméstica.

¿Consideras que Barcelona es un modelo de ciudad, un referente?

Barcelona es un referente y lo ha sido siempre pero se tiene que poner las pilas. No hay que acomodarse en esa posición y debemos seguir marcando retos y evolucionando. Para mí es una ciudad increíble por su densidad que genera vida en la calle, por su tamaño accesible y por su mediterraneidad.

¿Cómo es para ti la calle del siglo XXI?

La calle del siglo XXI es una calle más sencilla, con menos información, menos jerarquizada, y más democrática. La sección de la calle del siglo XXI tiene muchos estratos: el más superficial, donde sucede la acción, donde está la gente, el mobiliario, los coches, las bicis, todo lo que tenga que haber, el sustrato inferior, donde la tierra permite que crezca la naturaleza, y también donde pasan todos los servicios al que se conectan los edificios y los ciudadanos (electricidad, agua, gas, conectividad…). Además, es importante que se tenga en cuenta la proporcionalidad de la sección de cada calle, pues según la relación de anchura y altura se generan diferentes condiciones de luz, perspectiva, y relación transversal o no entre sus fachadas opuestas.

Domesticar el espacio público

¿Cómo te imaginas la vida urbana? ¿Qué actividades se llevan a cabo en ella?

Yo creo que en la vida urbana vamos a ir incorporando todas aquellas actividades que nos gusta hacer en el exterior. Si nos sentimos cómodos en este espacio… ¿Por qué no jugar en la calle? ¿Por qué no trabajar bajo la sombra de un árbol? ¿Por qué parar a comer en un banco?

¿Y qué hay de otras actividades más íntimas? Dar de mamar en la calle, cuidar de una persona mayor o permitir que un niño pueda jugar sin peligro. Creo que todas estas actividades van a ir proliferando de forma natural, porque el espacio cada vez será más agradable y cómodo para todos.

Así que la vida urbana que me imagino es una vida que incluye cosas tan sencillas como jugar, trabajar, comer, descansar… Es decir, todo aquello que hacemos en un espacio y en un lugar amable, tranquilo, seguro y en el que nos sentimos bien.

¿A qué funciones deberían o deberán responder los elementos del espacio urbano?

Los elementos del espacio urbano tienen la oportunidad de responder a nuevas funciones a medida que la sociedad va avanzando. Las funciones, en el fondo son las de siempre, pero a medida que la tecnología avanza los elementos del espacio urbano lo hacen también. Por ejemplo, ¿por qué no podemos mover el mobiliario, como su propio nombre indica? Sería muy interesante que los elementos urbanos fueran capaces de interrelacionarse entre ellos. Que aporten bienestar, comodidad y simplicidad a la vida urbana.

¿Qué significa para ti la calidad de vida en el espacio urbano?

La calidad de vida en el espacio urbano para mí pasa por esa actividad, esa densidad que genera la vida y de alguna forma, el espacio urbano no sólo como conexión de las cosas que hacemos entre un lugar y otro, sino también como lugar donde las cosas suceden.
El bienestar que provoca ese espacio es muy relevante. Es el espacio que nos conecta. Quiero que nos haga la vida fácil, la vida cómoda. Que no sea un lugar de paso, sino que sea un lugar de suceso.

La vida urbana que me imagino es una vida que incluye cosas tan sencillas como jugar, trabajar, comer, descansar… Es decir, todo aquello que hacemos en un espacio y en un lugar amable, tranquilo, seguro y en el que nos sentimos bien.

Lucía Millet

Arquitecta y cofundadora de Cierto Estudio
Lucía Millet