“La presencia de los objetos es tan fundamental como su uso”
En la mayoría de sus diseños, Miguel Milá parte de aquello que ya existe, conservando lo bueno y corrigiendo solo lo necesario para mejorarlo. En otras palabras, se considera un diseñador conservador progresista a quien nunca le ha preocupado ser innovador. Sus piezas tienen en común la voluntad de cumplir una función manteniendo la emoción estética. Fiel al consejo de su padre: “sé útil y te utilizarán”, ha sabido plasmarlo tanto en su trayectoria profesional como en los propios objetos que diseña.
“Los bancos son lugares de conversación”
Como funcionalista y admirador de Coderch, sus trazos atienden a una necesidad y buscan maximizar la utilidad. Un buen banco es aquel que tiene en cuenta la comodidad, nos enseña el autor, y debe acoplarse a la escala humana, no a la urbana. Los bancos se hacen para las personas y son elementos de comunicación en sí mismos. Pensados a partir de ellas, los asientos urbanos deben corresponder a su tamaño, procurar la ergonomía y la comodidad y tener la altura adecuada, permitiendo sentarse y levantarse con facilidad. Celebramos el carácter pragmático e inclusivo de sus diseños, creados para el uso y el disfrute de todos los públicos.
“Lo cotidiano bien hecho trasciende”
Los elementos y mobiliario de exterior están sometidos a múltiples usos y agresiones y constituyen un verdadero desafío en el ámbito del diseño. Según él, “la mejor manera de proteger un diseño es convirtiéndolo en algo querido, en un diseño amable, cercano, útil y necesario”. Y así ha sucedido con sus inconfundibles bancos urbanos, piezas que forman parte del paisaje de muchas ciudades en todo el globo y de sus gentes. Objetos cotidianos que, más allá de su condición de mobiliario urbano, contienen un valor y un significado más profundos.
La familia del banco NeoRomántico
Reacio a las modas, insiste en que, para asegurar la vida de un diseño, éste no debe quedar vinculado a una época. El banco NeoRomántico Clásico, referente del urbanismo contemporáneo, es el mejor de los ejemplos. Una interpretación actualizada del tradicional banco romántico, surgido inicialmente a partir de un encargo que le hicieron su hermano Alfonso Milá y Federico Correa para la Plaza Real de Barcelona. Más de veinticinco años después y con sus correspondientes mejoras y síntesis, eliminando lo superfluo y utilizando materiales más leves y resistentes, es un banco que además de permanecer ha inspirado a otros muchos por todo el mundo.
Gracias al conocimiento industrial adquirido, la sinergia y el diálogo continuo con Miguel, hemos logrado realzar las virtudes del Clásico y desarrollar nuevas versiones del mismo banco: NeoRomántico Liviano y NeoRomántico Color. En una gran variedad de formatos y materiales e incorporando la distensión que sugiere el reposabrazos, todas conservan el perfil ergonómico característico de esta extensa familia. Cuyo integrante, el modelo Liviano Aluminio, despunta por ser el primer elemento urbano que, fabricado principalmente en aluminio, obtiene la certificación Cradle to Cradle en España.
Harpo, Basic e Inner
A lo largo de los años y junto a su hijo Gonzalo ha diseñado novedosas colecciones como Harpo y Basic. La primera, nombrada como el más simpático de los hermanos Marx, Harpo, de gran confort, resalta por su humildad formal. Compuesta por cuatro tipologías de asiento, ofrece distintas formas de sentarse o recostarse, invitando a la contemplación y la serenidad.
Por su parte, Basic forma un conjunto de bancos, banquetas y mesas para jardines y terrazas. Elementos de aluminio reciclado y reciclable, con porte ligero, cómodos y resistentes. La emoción de lo simple en espacios exteriores de uso más privativo.
E Inner, la evolución de los bancos NeoRomántico y Harpo, toma respectivamente su confort y su simplicidad, pero reforzando la estabilidad. Una pieza sólida y de calidad que acompaña a todas las personas en las diversas realidades de la vida urbana.
No podemos más que agradecer el virtuoso trabajo de Miguel y admirar su sabiduría, porque como él anuncia: “el buen diseño no se nota, pero se agradece, porque mejora la vida de todos”.